Este complejo arqueológico, además de contar con varias terrazas, fue un centro estratégico militar y religioso. Para ingresar hay que presentar el boleto turístico. El horario de visita es desde las 7am hasta las 6pm. En la entrada hay guías que se pueden contratar en el momento para realizar visitas guiadas de dos horas.

Antes de ingresar al complejo hay un pequeño mercado artesanal.

Enseguida de ingresar al complejo, me encontré con una larga escalera que atraviesa las enormes terrazas. Esta escalera es la que se ve desde la plaza del pueblo.

A medida que fui ascendiendo, fui disfrutando de unas vistas muy bonitas del pueblo y las montañas. Admito que me dió bastante vértigo, pero el esfuerzo valió la pena, es realmente hermosa la vista panorámica desde ese lugar.

Al llegar a la cima me encontré con el templo de las 10 ventanas.

Me impresionó el tamaño de las piedras y cómo éstas estaban encajadas como un rompecabezas para levantar muros, y armar puertas y ventanas; mismo procedimiento que se puede apreciar en el parque arqueológico Sacsayhuamán.

Muy cerca del templo de las 10 ventanas, se encuentra el templo del sol que está formado por 6 enormes monolitos.

Luego de recorrer la parte alta, fui bajando lentamente para recorrer la zona de la parte baja en la que se encuentra el templo del agua. También se puede visitar el baño de la Ñusta que es donde la esposa del inca se bañaba para purificarse.

En el recinto hay llamas que caminan por todo el lugar sin percatarse que son un centro de atención para los turistas :).

Luego de recorrer este maravilloso lugar, volví al pueblo para tomar una buena merienda, y así luego emprender mi viaje hacia Aguas Calientes.

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