Con muchas expectativas, el sábado en la madrugada comienzo el viaje a Cusco y sus alrededores desde Montevideo, ciudad donde vivo. Tuve un vuelo tranquilo de Montevideo a Lima, teniendo luego un pequeño retraso para mi siguiente vuelo desde Lima hacia Cusco. Desde el avión, unos minutos antes de aterrizar en Cusco, pude disfrutar de unas vistas increíbles de esa zona de Perú.

Llegué a Cusco pasadas las 14 horas, y ¡sorpresa! me recibió con un sol increíble :). Señal que tomé en forma muy positiva para el resto de mi estadía ya que viajé en época de lluvias.
Durante el camino del aeropuerto al hotel, puede ir apreciando lo hermosa que es esta ciudad. La arquitectura es increíble, es como transportarse a otra época. Esa sensación la tuve también en Salamanca, España unos años atrás. Durante el trayecto noté que en muchas construcciones se elevaban 2 banderas: la bandera de Perú y la bandera de Cusco. La ciudad es un como un museo gigante, y al llegar al centro histórico, zona donde me hospedaba, no pude dejar de sonreír de lo maravillada que estaba con Cusco. ¡Llegué al ombligo del mundo! En ese momento, pensé lo privilegiada que era por tener la posibilidad de visitar ese lugar, y por todo lo que me esperaba esa semana.

Luego de hacer el checkin y descansar un rato, tomé un té de coca como es recomendado al llegar a esta zona. Cusco se encuentra a casi 3400 metros sobre el nivel del mar y puedes padecer mal de altura. Por eso es muy importante, el primer día dedicarlo a descansar, aclimatarse a la altura y no hacer mucho más. Así que este día lo dediqué a descansar y dar una breve caminata sobre la zona que me estaba hospedando.
Dado que me sentía bien y estaba hospedada muy cerca de la plaza de Armas, aproveché para ir hasta ahí a comprar Soles, retirar el pasaje de tren para llegar a Aguas Calientes, y comprar el boleto turístico para poder ingresar a los sitios arqueológicos durante mi estadía. En la siguiente publicación puedes encontrar más información sobre los distintos boletos y cómo llegar a Machu Picchu.

La plaza de Armas es impactante, y visitarla es como estar caminando en otra época. Es un plaza muy grande, con mucho movimiento, y alrededor de ella puedes encontrar construcciones muy bonitas: iglesias, comercios, bares y cafés, y cómo si fuera poco, de fondo ver las montañas. En la noche es una visita obligatoria, ya que la plaza iluminada es asombrosa. En la siguiente publicación puedes encontrar más información sobre qué visitar en Cusco.

Este día cené temprano, para poder descansar bien y comenzar el día siguiente con mucha energía. Fui a cenar a un lugar muy bonito detrás de la plaza de Armas. Cené pescado y verduras. Las verduras y frutas en esta zona son exquisitas :).
Te invito a seguir leyendo sobre Pisac que fue mi primer paseo en ésta impactante zona del Perú.
Los comentarios no se encuentran habilitados